El Imperial College of London ha presentado un informe que recoge diez recomendaciones para que gobiernos y responsables políticos impulsen el éxito de los planes de economía circular. «Los responsables políticos deben escuchar a los científicos para que la economía circular tenga éxito», advierte.
El Dr. Rupert Myers, del Departamento de Ingeniería Civil y Medioambiental del Imperial College de Londres, ha sido coautor de estas directrices. Se trata de la primera revisión de este tipo elaborada por la ecología Industrial (el estudio de los flujos de materiales y energía a través de los sistemas).
La economía circular es un marco para la gestión sostenible de los recursos y puede reducir el coste medioambiental de los productos -incluidos los electrónicos, textiles y metálicos a lo largo de su vida útil-.
En palabras del Dr. Rupert Myers, «los científicos de todo el mundo poseen una gran cantidad de conocimientos y técnicas sobre Cómo podemos gestionar los recursos de forma sostenible y reducir el impacto ambiental de los productos a lo largo de su ciclo de vida. Este informe muestra la necesidad de que los gobiernos y la industria colaboren con los científicos del Reino Unido y de todo el mundo».
Convocado por una colaboración internacional de investigadores de universidades como el University College de Londres, la Universidad de Yale y el Imperial College de Londres, el informe explica cómo los ecólogos industriales pueden impulsar el éxito comprendiendo por igual los materiales las infraestructuras y la ecología.
Según el informe, los gobiernos deben adoptar un planteamiento basado en pruebas, y en él se analizan diez ideas para orientar a los responsables políticos y a los profesionales de la industria. Estas diez ideas se resumen de la siguiente forma:
1.La naturaleza ofrece un modelo para la industria: la ecología industrial establece una analogía entre la actividad industrial y los ciclos naturales de los materiales y la energía, que son un modelo para la economía circular.
2.La sociedad metabolizan como los organismos: los ecologistas industriales juzgan una sociedad por su metabolismo: los materiales y la energía que consume, las actividades que permite y los residuos y emisiones resultantes.
3.No podemos prescindir del medio ambiente: ya sea lineal o circular, la economía necesita el entorno natural que proporciona recursos esenciales como alimentos y materiales y asimila los residuos.
4.Los impactos medioambientales son inevitables: debido a su dependencia de la naturaleza, una economía circular no puede evitar por completo los impactos medioambientales, pero puede centrarse en muchos de ellos y reducirlos.
5.La perspectiva del ciclo de vida: un enfoque que tenga en cuenta todos los impactos, desde la extracción de materias primas hasta los residuos al final de su vida útil, para garantizar una reducción equitativa de todos los impactos.
6.Intervención temprana para prevenir los residuos: podemos prevenir los residuos si planificamos y diseñamos sistemas que sean eficientes, con una mayor longevidad.
7.Los impactos varían de un entorno a otro: los impactos ambientales cambian entre entornos, por lo que las economías circulares deben adaptarse en consecuencia.
8.El uso de materiales depende de las infraestructuras: las infraestructuras, como las redes de energía y transporte, requieren grandes cantidades de material para su construcción y mantenimiento y encadenan a la sociedad a patrones de uso de materiales y energía a largo plazo.
9.La tecnología no es la única solución: la tecnología puede ser un motor de cambio positivo, pero una economía circular también necesita cambios en el comportamiento de los modelos empresariales y la política gubernamental.
10.El futuro es incierto pero puede anticiparse: la ecología industrial no puede predecir el futuro, pero sus métodos de evaluación prospectiva ayudan a anticipar los beneficios medioambientales de las nuevas tecnologías y prácticas.
Publicación original del Imperial College of London y acceso al decálogo, aquí.