Hilaturas Ferre es una empresa alicantina centenaria, que nació en 1914 como la primera empresa de fabricación de tejidos de fibras duras en la Comunitat Valenciana. En 1947, tuvo que tomar una decisión trascendental, por escasez materia prima. El grupo incluía una empresa pequeña de fabricación de fertilizantes, con sacos reutilizables. Se propuso reciclar los que ya no podían volver a utilizarse y compró la primera máquina de hilado. Evolucionó, de esta manera, hacia un modelo de negocio ‘en circular’, varias décadas antes de que el propio concepto naciera. Sobre esta base, ha ido desarrollándose hasta la actualidad.
Hoy en día, Hilaturas Ferre es una hilatura algodonera con tecnología open-end de última generación y un know-how especialista en la producción de hilados en color utilizando fibras de algodón recicladas -más de cuatro millones de kilos al año-. Cuenta con un centenar de trabajadores y, en 2019, facturó casi 16 millones de euros, un 30% en España.
Paqui Ferrer, directora de Marketing de Hilaturas Ferre, conversó sobre el modelo de negocio y los planes de la compañía con la periodista económica alicantina Kati Ferrero, en el marco de la primera edición de ‘Economía en Circular Open Week’.*
Hilaturas Ferre es una empresa pionera en economía circular en España. ¿Qué os ha aportado esta experiencia en un momento de concienciación creciente sobre el impacto medioambiental del sector textil, como el que vivimos en los últimos años?
Estamos en un momento de mayor sensibilidad, sobre todo en las nuevas generaciones, como los millenials o la generación Z. Son consumidores más digitales, con mayor información y más concienciados con el consumo de productos más sostenibles. Es un factor fundamental por el que las marcas están apostando por esta oferta. El consumidor es el que está marcando el camino. En 2004, empezamos a detectar ya una mayor sensibilidad en el mercado por productos ‘eco’. Hicimos una apuesta valiente por ‘salir del armario’, contando que nuestro producto es reciclado y que cubrimos todo el proceso. Fuimos capaces de poner en valor el ADN de esta compañía y la razón por la que nació en 1947, el reciclaje. El año 2006 es clave, porque creamos ‘Recover’, con el objetivo de tener una marca y un sello distintivo que refleje lo que hacemos. Nuestro objetivo es acercarnos más a nuestros clientes y hacer de sus necesidades las nuestras.
¿Cómo se establece esa relación con las marcas de moda?
Nuestros clientes son marcas de ropa y empresas de textil hogar, concienciadas con el medio ambiente y con la producción sostenible. Desde hace cinco o seis años, hemos llevado nuestra estrategia a un siguiente nivel, trabajando junto a las marcas y desarrollando proyectos con ellas, a través de dos vías: la co-creación y el ‘close loop’. Por ejemplo, en 2019, junto a Jeanologia, lanzamos una colección de vaqueros para una marca líder mundial, fabricada con material postconsumer que hilamos y reciclamos en la planta de Banyeres y tintada con tintura índigo sin agua en Valencia. El proceso permite un ahorro de unos 8.000 litros de agua por prenda, además de evitar uso de químicos y vertidos. También ayudamos a marcas que tienen exceso de producción a reciclar el material y convertirlo en nuevas colecciones o participamos en campañas de recogida de prendas en tiendas, que luego se convierten en otras a través del hilo que fabricamos. Trabajamos con materias primas y procesos muy eficientes, con grandes ahorros en consumo de energía o agua. Hay procesos, como el de recogida de prendas, que suponen costes adicionales, pero los beneficios que se generan con estos proyectos cubren con creces los costes y, al ser productos sostenibles, el cliente está dispuesto a pagar un poco más. Con mucho esfuerzo y trabajo pedagógico, cada vez más marcas con presencia y relevancia en el mercado se atreven a implantar nuestros productos y políticas de sostenibilidad en sus colecciones. La apuesta de nuestra empresa es firme y los resultados están ahí.
¿Cuál es la acogida por parte de ese consumidor final?
Hoy por hoy no hay diferencia en la calidad percibida por el consumidor respecto a prendas fabricadas con otros materiales. Prueba de ello es que trabajamos con marcas internacionalmente reconocidas. En nuestra memoria de sostenibilidad están los ahorros que conseguimos de energía, agua, productos químicos…. Somos capaces de medir el impacto que generamos por cada kilo de hilo que producimos y traducirlos en cada producto final, de manera que el consumidor conoce la diferencia con un producto convencional. Es un mensaje muy potente de cara al consumidor final. En este sentido, creemos que es muy importante que este cliente tenga acceso a la información; máxima transparencia en toda la cadena de suministro.
¿Qué recomendarías a las pymes que están pensando en abordar procesos de inversión para evolucionar hacia modelos más sostenibles?
Hay que apostar por una realidad que ya está ahí. Les invito, sin ningún género de dudas, a que empiecen a andar este camino. Es clave que las grandes marcas y grandes cadenas de distribución se impliquen y que existan iniciativas concretas para impulsar modelos de negocio sostenibles, tanto privadas como públicas. Las empresas que a medio y largo plazo no apuesten por la sostenibilidad y adopten procesos más eficientes, van a desaparecer. Es el camino. Además, hay que tener una clara orientación ‘C2C’ y definir soluciones que aporten valor añadido al producto, invertir en innovación y en procesos cada vez más respetuoso con el medio ambiente y con las personas. Nosotros llevamos 73 años con este enfoque en la economía circular, estamos en la cuarta generación y haciendo todo lo posible por tener una quinta y una sexta. Las empresas que no estén orientadas a la sostenibilidad lo tendrán muy difícil para subsistir.
Las Administraciones Públicas se muestran comprometidas con esa transición hacia modelos más sostenibles. ¿Se traduce esta apuesta en apoyos reales a las pymes?
En nuestro caso, siempre nos hemos sentido muy respaldados por la Administración Pública y por las asociaciones empresariales (Aitex, Euratex,…) en todas las iniciativas de I+D que hemos llevado a cabo. Las empresas deben invertir en formar a sus empleados y, por parte de la Administración, en el ámbito educativo, del diseño, debe haber mucha más formación para que el mensaje llegue a donde tiene que llegar.
¿Puede ayudar este nuevo modelo empresarial al objetivo de reindustrialización en la Comunitat Valenciana?
Creo que sí. España y, en concreto, la Comunitat Valenciana, tiene muchas empresas de las que sentirse muy orgullosa, porque trabajan en pro de la sostenibilidad de forma muy importante.
¿Hacia dónde camina Hilaturas Ferre a medio y largo plazo?
Estamos trabajando en un plan estratégico hasta 2025, en el que contemplamos una serie de inversiones importantes para duplicar capacidad de reciclado, porque hay una demanda cada vez más potente, introducir cada vez más el artículo post-consumer, más que post-industrial, y seguir mejorando en innovación de maquinaria y modelos de transformación digital en la compañía, para conseguir que sea cada vez más eficiente y sostenible. A nivel interno, tenemos un departamento propio de I+D y participamos en diferentes proyectos con otros agentes. El camino está claro.
*La primera edición de ‘Economía EnCircular Open Week’ se celebró del 10 al 13 de noviembre de 2020, en Valencia. El encuentro, organizado por la Asociación de Diseñadores de la Comunitat Valenciana (ADCV), con apoyo de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI), reunió a expertos nacionales e internacionales y empresas que están integrando modelos de negocio, estrategias y soluciones basadas en la economía en circular. Puedes acceder a todas las presentaciones y entrevistas pinchando aquí.