Las empresas vinculadas a la economía circular captaron cerca de 164.000 millones de dólares estadounidenses entre 2018 y 2023, según el informe Circularity Gap Report Finance, con un crecimiento del 87% en los dos últimos ejercicios analizados. Sin embargo, la mayor parte del capital sigue dirigiéndose a soluciones convencionales, como la reparación de vehículos, la reventa de electrodomésticos o el reciclaje, dejando sin apoyo económico a muchas innovaciones circulares de alto impacto.
El estudio, elaborado por Circle Economy, en colaboración con KPMG International y con el apoyo de la Corporación Financiera Internacional (IFC), refleja un creciente interés por parte de los inversores y una sólida justificación empresarial para avanzar hacia la economía circular. La inversión anual ha pasado de 10.000 millones de dólares en 2018 a 28.000 millones en 2023. El mayor volumen se dio en 2021, con 42.000 millones.
El documento, el primero centrado en esta materia, destaca que las inversiones en economía circular «generan retornos adicionales, abren nuevos mercados y permiten extraer mayor valor con menos recursos». Además, la circularidad se perfila como una estrategia clave del sector financiero «para gestionar los riesgos asociados a la escasez de materiales y a las interrupciones en las cadenas de suministro, factores cada vez más relevantes ante las guerras comerciales y la inestabilidad geopolítica».
Los bancos concentran la mayoría de las inversiones, en forma de deuda, pero en conjunto, las inversiones circulares representan solo el 2% del capital rastreado en el informe, lo que evidencia un gran potencial. “La economía circular no es solo una solución sostenible, es una herramienta esencial para gestionar el riesgo financiero”, afirmó Marvin Nusseck, responsable de Finanzas de Circle Economy.
Las soluciones de alto impacto e innovaciones en el diseño y la producción apenas recibieron el 4,7% del total invertido, a pesar de su capacidad para eliminar residuos y contaminación desde el origen.
“Desde las interrupciones en el suministro causadas por la dependencia de recursos de un solo país, hasta la creciente probabilidad de impuestos sobre materiales vírgenes, la economía de los recursos está cambiando. Las empresas circulares están bien posicionadas para prosperar en esta nueva realidad. Por eso, los inversores deben replantearse cómo evalúan el riesgo y el valor en los modelos circulares, actualizando sus marcos para reflejar los beneficios de la economía circular y construyendo resiliencia en el proceso”, añade Nusseck.
La tasa de circularidad mundial, en retroceso
Actualmente, la economía global es solo un 6,9% circular, según el Circularity Gap Report 2025 de Circle Economy, y la brecha de circularidad sigue ampliándose, por debajo del 9,1% de 2015.
«Los reguladores financieros pueden acelerar esta transición mediante la normalización de definiciones y métricas circulares y exigiendo informes de sostenibilidad que incluyan aspectos clave como la dependencia de recursos naturales o la inclusión del riesgo material en las pruebas de resistencia financieras (por ejemplo, el impacto de la escasez de materias primas o el colapso ecológico)», detalla el informe.
Por su parte, los responsables políticos pueden explorar una variedad de medidas fiscales que reconozcan mejor los costes sociales y ambientales del uso de recursos, así como el riesgo económico que ello conlleva. Las instituciones públicas pueden reducir el riesgo percibido de los modelos circulares fomentando la demanda de productos y servicios circulares mediante contratación pública verde o inversiones directas en infraestructuras críticas para la economía circular.
“Los líderes empresariales, los proveedores de capital y los inversores ya comprenden que en un entorno geopolítico y económico incierto, no puede haber crecimiento a largo plazo sin situar las estrategias circulares en el centro”, señaló Arnoud Walrecht, responsable de Economía Circular de KPMG Países Bajos.
“El progreso existe, pero se necesita mayor escala y enfoque, algo que solo lograremos mediante una acción colectiva e internacional que asegure que niveles más altos de capital se dirijan hacia oportunidades circulares”, concluye.
Más información y acceso al ‘Circularity Gap Report Finance’, aquí.