Con una tasa de circularidad del 11,8% en 2023, Europa consume una mayor proporción de materiales reciclados que otras regiones del mundo, aunque las mejoras han sido limitadas en los últimos años. La European Environment Agency (EEA) advierte de que «acelerar la transición hacia una economía circular se ha convertido en una prioridad política», dado que «los impactos ambientales globales derivados del consumo en Europa están aumentando y los beneficios ambientales de la circularidad aún no se han hecho evidentes».
La institución ha elaborado un informe en el que presenta datos y cifras clave sobre los esfuerzos de Europa para construir una economía circular, complementando su anterior documento, de 2024, ‘Acelerar la Economía Circular en Europa’. En ambos casos, subraya el necesario «equilibrio entre reconocer avances positivos y la necesidad de acciones más audaces. Este informe adicional ofrece un análisis sobre el estado de la transición de Europa hacia una mayor circularidad, abarcando todos los aspectos de esta transformación sistémica».
«Existe un consenso en reconocer ciertos avances, junto con la clara necesidad de una implementación más sólida de políticas, apoyo financiero y una ampliación de los modelos de negocio circulares y los patrones de consumo», destaca.
Algunas de las claves apuntadas en el nuevo informe son:
- La circularidad material en Europa ha sido baja y relativamente estable en los últimos años, ya que tanto los volúmenes de reciclaje como el uso de materiales han permanecido estancados desde 2014.
- El monitoreo de la economía circular implica rastrear no solo los flujos de materiales, sino también la degradación ambiental que está asociada con la extracción, procesamiento y uso de recursos.
- La UE ha desarrollado un sólido marco de políticas, conocimientos y financiación para fomentar y apoyar la economía circular. Tanto las empresas como los consumidores muestran signos iniciales de adopción de nuevos modelos de negocio y patrones de consumo.
- Sin embargo, los sistemas lineales continúan predominando, y la efectividad de los esfuerzos en curso sigue siendo incierta, en parte debido a los datos limitados de monitoreo.
- Cada europeo utiliza aproximadamente catorce toneladas de materiales y genera cinco toneladas de residuos anualmente, lo que sitúa a la región entre los niveles más altos a nivel global y más allá de los límites sostenibles, lo que plantea barreras para cerrar los ciclos de materiales en Europa.
- Por otro lado, la UE ha logrado hacer crecer su economía mientras utiliza una cantidad estable de recursos y genera una cantidad estable de residuos, alcanzando un modesto nivel de desacoplamiento.
- Europa es altamente eficiente en la extracción de valor de los recursos, con una productividad de recursos que supera los dos euros/kg desde 2015, más de 2,5 veces el promedio mundial. Asimismo, Europa recicla casi la mitad de los residuos que genera, y se beneficiaría de fomentar un reciclaje de alta calidad y apoyar el funcionamiento efectivo de los mercados de materiales secundarios.
Un modelo insostenible
Tradicionalmente, el modelo económico que sustenta el crecimiento económico global ha sido lineal, basado en la extracción de recursos naturales para la producción de bienes, y su posterior eliminación, a menudo tras un período relativamente corto de uso. Este modelo está vinculado al uso insostenible de recursos, que es un importante motor de la actual triple crisis del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación.
La respuesta de Europa al mal uso de los recursos naturales es tomar medidas para facilitar la transición hacia una economía circular, lo que significa pasar de modelos de producción y consumo lineales a modelos circulares. Esta transformación se detalla en el ‘Plan de Acción para la Economía Circular’ (CEAP, 2020).
Esta transformación ayudará a mejorar la sostenibilidad en Europa y en el mundo de varias maneras, incluyendo la reducción de la contaminación, la mitigación del cambio climático y la prevención de la pérdida de biodiversidad. En particular, la circularidad requiere las siguientes acciones (EEA, 2024):
- Reducir el uso de recursos y avanzar hacia una economía europea menos intensiva en materiales.
- Maximizar la utilidad de los productos promoviendo su uso intensivo y una vida útil mucho más prolongada.
- Aprovechar los residuos generados mediante sistemas de reciclaje de alta calidad y devolver materiales secundarios de alta calidad a la fabricación de productos.