La tasa de uso circular de materiales en España «es muy modesta e, incluso, ha empeorado con el paso del tiempo, al reducirse 3,3 puntos porcentuales desde el 10,4% de 2010 hasta el 7,1% de 2022», según el último informe ‘Esenciales’ de la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE).
«Para poder aprovechar el potencial de la economía circular se necesitan más inversiones en I+D, ecodiseño y ecoinnovación, que permitan reaprovechar los materiales en los procesos productivos evitando la extracción de nuevas materias primas, así como la colaboración de todos los agentes públicos y privados, y de los propios consumidores, que también deben apostar por este nuevo modelo de producción y consumo», detalla el informe.
Las tasas de reciclaje españolas son todavía muy reducidas, ya que solo se recupera el 48% del total de residuos, frente a la media de la EU-27 que alcanza el 58%. «Nuestro país tiene todavía mucho camino por recorrer, pues se están desaprovechando recursos en un contexto en el que las materias primas son cada vez más escasas y caras», se advierte en el documento.
En España, las actividades relacionadas con el reciclaje y la recuperación de materiales suponen un 1,9% del PIB, un porcentaje inferior a la media europea (2,1%), aunque por encima del peso que representan en países como Francia o Países Bajos. En términos de empleo, su peso es algo más alto en España (2,3%), frente a la media de 2,1% de la UE. Estos resultados pueden sorprender teniendo en cuenta nuestras menores tasas de reciclaje.
Asimismo, la economía circular también requiere «cambios culturales en los consumidores y sus
hábitos de consumo, lo que puede impulsar el desarrollo de nuevos modelos de negocio basados en la denominada economía colaborativa o en el alquiler de determinados servicios en lugar de la
propiedad del bien que los presta».